Crónica 16-11-2013
Casi que podría decir que era su primera
salida oficial con el club y es que antes solo había recorrido carril bici y
algo de los alrededores de la capital del Ebro pero hoy tenía delante de ella
la mayor de las pruebas, el monte.
Día de grandes reencuentros después de mi
larga ausencia veraniega, allí estamos míticos ciclistas como Jaime y otro
menos habituales casi como el Sr. Jiménez jaajjaja. Con la presencia de Alfonso
y esteban hacíamos el equipo perfecto para una mañana estupenda llena de risas
y de recordar buenos momentos del pasado.
Pronto lo que se suponía iba a ser una
agradable mañana de mtb sabiendo que el frio ya había venido y de qué forma,
todo se complico aun más con las primeras gotas de lluvia. Nuestros guías
decidieron que para entrar en calor lo más pronto posible era una cita obligada
pasar por las crestas de Valdeconsejo.
Muchas gracias compañeros porque si lo sé
madre mía…. No desayuno ni la mitad ya que estos repechos tienen la habilidad
de sacarme la comida en proceso de digestión y quien no sepa de que hablo le
invito un día a probarlo jajajaja eso si queda prohibida abrir la escotilla
bucal para expulsar excesos eh jajajaj.
Mi momento llego cuando tuve que enfrentarme a
la primera pared vertical sin saber muy bien cómo iba a responder mi nueva
montura, y visto el resultado final, ay oma que contento estoy jijiiji. Sin
desmerecer a mí ya ex amiga Claudia esta nueva es mucho más ágil, ligera y por
supuesto fácil de manejar, aunque aún tengo que adaptarme mejor a ella y
hacerla una prolongación de mi cuerpo y mente.
Pasaban los minutos y lo que empezó siendo un
leve chispeo que humedecía el rostro pasó rápidamente a un cielo negro, aire, y
una lluvia por momentos intensa. El terreno seco de nuestra selva zaragozana se
percato de ese cambio y empezó a compactar ese polvillo que durante meses atrás
había estado recorriendo los montes.
Cualquiera que fuera tu peso, tu bici o tu
rueda no se salvaba del inevitable acoso del barro pegajoso que no arcilloso de
nuestros alrededores, así que se hacía difícil circular en estas condiciones
pero estando en medio del monte me pregunto yo …. Y ahora que ¿??
Para ir a casa había que desandar lo andado y
mirando al horizonte la salida más cercana tenia aun una distancia mínima de tiempo
estimado de 15 min. Tomamos la decisión salomónica de seguir para adelante y en
el primer desvió bajar a tierra firme y poner rumbo a Zaragoza. Delante de
nosotros solo un par de repechos en los que las ruedas traseras si te excedías
de fuerzas ya patinaban y si apurabas demasiado para llegar arriba tenías la
posibilidad de hacer la croqueta al no poder sacar el pie por el barro o tener
un mal apoyo.
Las risas nunca se desvanecieron de nuestros rostros
pero el agua helada te invitaba poco a sonreír y es que por momento la mandíbula
dejaba de ser una parte móvil de mi cuerpo para pasar a ser un bloque compacto
con el cual me era muy difícil hablar y hacerme entender entre los míos
jajajaj.
Finalizado el tramo de sendas escogemos la
cuesta del gas como la alternativa más directa y rápida para descender a Santa
Fe. En este momento del día era necesario cerrar todos los agujeros del cuerpo
con posibilidad de entrada indeseada de barro porque madre mía como me puse en
pocos metros…. Con esto quiero decir la boca y poco más eh, aunque si no fuera
por las gafas de sol más de uno aparece abajo tuerto eso seguro jaajjaja.
La pendiente se va animando hasta el último
descenso donde el porcentaje supera el 20% y ni tu exceso de peso ni tu peso
pluma iba a hacer de esa bajada una zona cómoda para este sábado tan magnífico
que aquí se narra.
Delante de mis ojos tenia a Alfonso parado
porque sus ruedas ya estaban atoradas de tanto barro y ni su peso muerto cuesta
abajo sumado al de su tanque eran capaces de descender… yo me las prometía no
mucho mejor pero es que la verdad que algo más de cuidado y sobre todo algo
menos de peso en el conjunto ciclista + bici tengo con el jajajajaj así que
solo rezando para que este nuevo trasto que llevaba entre las piernas frenara
donde yo quería comencé el descenso.
No daré detalles de mi técnica bajando porque
no vaya a ser que alguno la copie jajajaj solo decir que llegue sano y salvo
abajo sin tener que rebozarme previamente y sin hacer la croqueta que otros
muchos hubieran deseado eh perracos, eso sí sin comentarios de cómo me puse de
barro en los 50 m, no coment.
Tras una parada obligada para limpiar horquillas,
desviadores, cambios y demás componentes afectados empiezo a notar cierto grado
de dolor y o u picor en las manos a causa del frio intenso y de la lluvia que
no cesaba. Pronto me di cuenta que no podía quedarme parado que ese tiempo ahí
parado lo estaba empeorando todo.
Salgo a la carretera de vuelta a Zaragoza y la
verdad que pocos o ningún loco se veía como nosotros aunque una vez en casa me
he dado cuenta que no hemos sido los únicos jajajaa gracias a todos los
compañeros por no hacernos sentir tan desequilibrados.
Inevitable era la cita con el lavadero pero
también con algo caliente para mis manos, muy difícil se hacia el tener que
frenar y más agua el cambiar de marchas… no recuerdo ningún día peor ya no por
la climatología sino por el dolor intenso y el frio que mis manos han pasado.
Entrar por la puerta de casa y tener que ser
desvestido por otra persona porque tus manos no son capaces de moverse por si solas,
necesitar 15 min para empezar a sentirlas, quitar unas zapatillas empapadas
acompañadas de unos calcetines a la altura jajajaj…. Un cuadro digno de
olvidar.
Trascurridas varias horas como podéis comprobar
por fin vuelvo a ser persona, he recuperado la movilidad al 100% y tras una
siesta puedo decir que gracias a todos los que me habéis acompañado esta mañana
se os echaba de menos y por cosas como estas
me dan más ganas de seguir adelante con vosotros y con esto… hasta la
próxima, mañana ¿??? Ajajjajaja, y a los que os quedasteis en casa, de bautizo
o nadando solo tengo dos cosas que deciros, os espero en la pista.
Buenas noches y bendiciones, os hablo Sr.Alfi.
La verdad que has dado en el clavo con todo, sobretodo en lo de llegar a casa y no poder ni quitarte la ropa. Yo estuve como cinco minutos en la puerta de casa intentando sacar las llaves del bolsillo trasero, una odisea.
ResponderEliminar¡Nos vemos en la siguiente!