ZE02- TORLA - BAJADA DEL CEBOLLAR

  TORLA

Estamos a domingo 10 de agosto, son las 04:15 a.m. madre que horas, a donde voy yo?? Pues a ver si duermo un poco que ya es hora y toca descansar un poco. 06:30 a.m. Y ahora que pasa?? Jo_ _ r es el despertador que dice que es hora de mover el culo de la cama. Y me pregunto yo, como puede ser que me espere un viaje a Torla y una ruta con 1000m de desnivel habiendo dormido dos horas....Creo que tengo la respuesta, la bike es adictiva, jeje.( añado también a la ecuación un poco de locura transitoria permanente de lunes a domingo ).

 Pues nada, a vestirse de romano y a cargar el coche para emprender el viaje. Nuestro destino es Torla; para realizar la que dicen es una de las bajadas mas bonitas del pirineo, la bajada del Cebollar a la entrada del siempre impresionante valle de Ordesa.

Nos citamos a las 9:15 en el parkin de Torla donde, casi no encontramos sitio para aparcar a estas horas y es que todo el mundo ha pensado que no hay mejor plan que calzarse las botas de montaña, coger una mochila y prepararse un bocata para ir andando hasta la cascada Cola de Caballo.. Una vez allí, descargamos bicis, engrasamos y terminamos de preparar el material mientras alguno decide hacer una visita para dejar un regalo en forma de dulce manjar para las moscas, jajaja.

Cargamos ruta en el gps y empezamos la marcha. Entramos en el pueblo para, tras recorrer algunas calles tomar una senda que nos lleva a enlazar con la pista de subida. Esta senda esta llena de vegetación y con algunas zonas húmedas y empedradas que hacen calentar las piernas rápidamente y pone a prueba nuestra pericia sobre las dos ruedas. Subimos algún repecho y combinamos zonas llanas con alguna mini bajada hasta llegar al inicio de la pista de ascenso. A destacar la tremenda humedad que habia en el ambiente y es que el hecho de carecer de flequillo o manto cabelludo hace que me caigan unos chorretones por la cara que ni dentro de un hornero panero al lado de los bollos pasaria tantos calores jajajaja.

Ya hemos calentado motores y estamos dispuestos a emprender la subida que nos llevará al inicio de la tan deseada bajada. Es una pista ancha que sube muy bien trazada y que, curva tras curva, va ganando altura rápidamente. Conforme vamos subiendo empezamos a descubrir unas vistas cada vez mas increíbles que quedan grabadas en nuestras retinas y cámaras de fotos. Vemos cada vez mas cerca nuestro destino y cada vez que echamos la vista atrás, observamos como gana altura la pista y nos damos cuenta de como engaña el verla desde abajo.

Tras 12 km de curvas y mas curvas, llegamos al punto mas alto de la ruta. Desde aquí podemos observar unas fantásticas vitas del valle de Ordesa y de Bujaruelo. Aprovechamos a comer algo y a inmortalizar nuestra presencia a base de unas cuantas fotos de todos los estilos.

Ahora empieza lo que todos estábamos esperando. Nos enfundamos protecciones varias y nos preparamos para la famosa bajada del Cebollar. El inicio trascurre por una zona de media ladera al principio buena para luego hacerse un poco mas incomoda con agujeros, piedras y dificultades varias que vamos sorteando poco a poco. 

Una vez pasada esta zona y, tras unas zetas un poco campo a través, llegamos al bosque. El tramo de bajada mas pesado ha pasado y empieza lo bueno. Una senda llena de curvas, zonas rápidas, zonas mas técnicas de piedra suelta y raíces.... Nos apetece bajar apurando al máximo pero también disfrutando del camino y de las vistas.... Hacemos continuas paradas para hacer uso de las cámaras fotográficas, pararíamos cada 5m....

Vamos bajando saboreando al máximo cada curva, cada recta, cada metro,cada piedra,cada bache ....mientras nos cruzamos algunos senderistas que realizan el camino en sentido contrario al nuestro y se quedan sorprendidos de ver a gente bajar por esa zona y sobre todo por las pintas que gastamos. 

Poco a poco vamos sumando metros de bajada hasta llegar de nuevo a Torla y al coche. Comentamos la bajada, lo bien que nos lo hemos pasado, las zonas que mas y que menos nos han gustado mientras nos despojamos de la ropa de romano, protecciones y cargamos bicis en el coche. 

Ahora toca decidir donde reponer fuerzas..... Nos dejamos aconsejar por Miguel y nos lleva a un sitio donde las vistas son increíbles y la comida un delicioso manjar para nuestros paladares. Comida, risas, mas fotos y vuelta a Zaragoza aunque sin muchas ganas, jeje.

Buen día con una ruta increíble y mejor compañía. Habrá que repetir.